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01.
1821 — 1880

NAVEGA NUESTRA HISTORIA A TRAVÉS DE 9 SALAS

Los Orígenes

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Los Barcelonnettes

Los primeros barcelonnettes —como se designa en México a los franceses del sur nacidos en la región del Valle del río Ubay llegaron al país alrededor de la consumación de la Independencia, en 1821.

Su organización y trabajo les permitió aprovechar las circunstancias que vivía el país, por lo cual donde otros encontraban obstáculos, ellos creaban oportunidades de negocio: abastecían de las más diversas mercancías a un territorio enorme, incomunicado, lleno de pronunciamientos, rebeliones y ladrones.

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Los fundadores

J. Tron y J. Léautaud, fundadores de El Palacio de Hierro, emigraron del bucólico pueblo bajo alpino de Barcelonnette hacia México en 1864 para trabajar en los “cajones” de ropa del Centro.

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Joseph Tron

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Joseph Léautaud

Un pueblo crecido de sueños

Un buen número de habitantes de los Bajos Alpes emigraron a México en el siglo XIX, provenientes de Barcelonnette, un pequeño pueblo al sur de Francia. Joseph Tron y Joseph Léautaud, fundadores de El Palacio de Hierro, necesitaron tres décadas de arduo trabajo para convertirse en dueños de un negocio exitoso.

Los recién llegados

La base del éxito de los barcelonnettes era su ayuda mutua: se reconocían como paisanos y se comprometían de manera vigorosa con los recién llegados, asociándose para encontrar el equilibrio económico y prosperar en México o regresar al terruño. A su arribo, J. Léautaud se ubicó en el cajón de ropa llamado La Valenciana, mientras que J. Tron trabajó para las Fábricas de Francia.

 

Estos dos barcelonnettes nunca olvidaron la amistad trabada durante su viaje en barco a México y después de ahorrar sus sueldos durante 27 años, se unieron para comprar una parte de la empresa V. Gassier y Reynaud. Esta primera operación sería la base para la razón social J. Tron y Cía., precursora directa de El Palacio de Hierro.

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Hermanos Léautaud hacia finales del siglo XIX.

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Grabado de la antigua Fábrica de Francia, 1867.

Una ética de trabajo impecable

Como se sabe por las cartas que J. Tron le escribía a su hermano Jules, una  férrea ética de trabajo mantuvo a flote a los barcelonnettes. Aquí, un fragmento de una carta de Joseph a Jules, fechada el 28 de julio de 1865

“A las 7 de la mañana hay que entrar a trabajar, horario que se extiende hasta las 8 de la noche. Esta vida parece pesada, pero piensa que no vienes aquí para ser el rey de Prusia, sino para ganar dinero con el fin de que tu familia tenga una vida feliz…”

Algo en aquellas palabras debió convencer a Jules, quien llegó en 1872 a México para ayudar a su hermano Joseph.

Más tarde llegaría también su sobrino, Joseph M. Signoret quien, junto con su tío Henri Tron, quedarían a cargo de El Palacio de Hierro, el primer almacén de departamentos de lujo de este país.

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